Tras el enfrentamiento registrado el pasado domingo en la frontera de La Mesilla Guatemala y Las Champas en México, las autoridades del país centroamericano activaron el Plan Cinturón de Fuego para resguardar la frontera que comparte con Chiapas.
En un comunicado, el presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, ordenó poner en marcha el Plan Cinturón de Fuego para combatir la delincuencia transnacional en la frontera con México.
Mientras que el Ministerio de Relaciones Exteriores entregó una nota de protesta dirigida a la Secretaría de Relaciones Exteriores de México.
En ella, el gobierno de Guatemala expresó su protesta por la incursión de elementos de la Fuerza Pakal de Chiapas en su territorio, al señalar que esta incursión en zona urbana y comercial fue llevada a cabo fuera de los mecanismos de coordinación de seguridad entre ambos países, puso en peligro la vida de civiles, y no contribuye a las relaciones de buena vecindad entre Estados.
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo aseguró que los policías mexicanos que ingresaron a Guatemala deben ser sancionados, pues no se debe violentar la soberanía de otro país con el ingreso de fuerzas armadas.
“No debe ocurrir que fuerzas mexicanas, policías en este caso de Chiapas, entren a Guatemala, no se puede violentar la soberanía de un país. Entonces en eso no estamos de acuerdo, y esos policías deben ser sancionados”, afirmó.
La Cancillería mexicana envió al gobierno de Guatemala una nota diplomática en donde expresó sus disculpas por los hechos ocurridos el 8 de junio.
La SRE también reiteró su compromiso con la defensa de la soberanía territorial y el derecho internacional a fin de fortalecer los mecanismos de cooperación y aumentar la seguridad fronteriza.
Por Lizeth Coello y Paris Salazar
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