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¿Qué tan grave es la candidiasis para la mujer?

La candidiasis puede afectar a personas de todas las edades y géneros, especialmente aquellas que tienen un sistema inmunológico debilitado

¿Qué tan grave es la candidiasis para la mujer?
Foto: Especial

La candidiasis es una infección que se presenta de manera común y afecta a miles de mujeres a lo largo de su vida; es originada por hongos del género Candida y la Candida albicans es la especie más frecuente.

Aunque este microorganismo forma parte de la flora normal del cuerpo humano y se ubica en la piel, boca, tracto digestivo y la vagina, en condiciones normales, su crecimiento se ve controlado gracias a otros microorganismos y también por el sistema inmunitario de la persona, señala la Dra. Alejandra Alexia Alvarez Lozano, ginecóloga y obstetra del Centro Médico ABC.

La candidiasis puede afectar a personas de todas las edades y géneros, especialmente aquellas que tienen un sistema inmunológico debilitado como personas que viven con VIH, diabetes, que se encuentran bajo tratamiento con antibióticos o corticosteroides y durante el embarazo.

Sin embargo, las mujeres suelen ser particularmente vulnerables al desarrollo de candidiasis vaginal, debido a los cambios hormonales que presenta, así como otros factores del día a día, lo que favorece el crecimiento excesivo del hongo.

Aunque en la mujer, la candidiasis vaginal es lo más frecuente, también es posible que haya candidiasis en las mamas durante la lactancia, tras el uso de antibióticos durante el parto y, en menor frecuencia, se puede desarrollar en otras partes del cuerpo como la boca, la piel o llegar a diseminarse a órganos internos, lo que puede desencadenar casos graves

Factores de riesgo y gravedad de la candidiasis

Existen múltiples factores que pueden incrementar el riesgo de desarrollar candidiasis en las mujeres, y entre los más comunes se encuentran:

  • Uso prolongado de antibióticos: este tipo de fármacos pueden alterar la flora vaginal.
  • Cambios hormonales: situaciones como el embarazo, el uso de anticonceptivos orales o la llegada de la menopausia pueden provocar que los niveles hormonales fluctúen, lo que crea un ambiente propicio para la infección.
  • Diabetes: vivir con esta enfermedad de una forma no controlada eleva los niveles de azúcar en la sangre, lo que inmunosuprime nuestro cuerpo e incrementa el riesgo de candidiasis.
  • Sistema inmunitario debilitado: personas con diagnóstico de VIH, personas que reciben medicamento de quimioterapia o bien, que toman medicamentos inmunosupresores por alguna enfermedad autoinmune, tienen un mayor riesgo.
  • Higiene íntima excesiva: el uso de productos irritantes puede alterar el equilibrio natural de la flora vaginal.
  • Ropa: utilizar ropa ajustada o sintética permite generar y retener tanto humedad como calor, lo que crea un ambiente ideal para el crecimiento del hongo.

Por lo general, la candidiasis es una afección leve o moderada, pero existe la posibilidad de que evolucione a complicaciones graves, señala la Dra. Alvarez, sobre todo en aquellas personas que tienen comprometido el sistema inmunitario.

Aquí, la infección puede llegar a diseminarse a otras partes del cuerpo, afectando órganos vitales y poniendo en peligro la vida de la persona, a esto se le conoce como candidiasis sistémica y es una condición que requiere tratamiento médico urgente.

Pero en la mayoría de los casos es una condición que, aunque molesta, no representa un riesgo para la salud de la mujer.

¿Cómo sé si tengo candidiasis?

Aunque esta infección fúngica normalmente habita en nuestro organismo, cuando se cumplen los factores que permiten su proliferación se pueden percibir diversos síntomas, los cuales varían en función a la zona corporal afectada.

Dentro de los síntomas que genera la candidiasis se encuentran:

  • Picazón o irritación de la zona afectada.
  • Enrojecimiento e inflamación.
  • Aparición de placas blancas en la boca o garganta.
  • Grietas o fisuras en las comisuras de los labios.
  • Lesiones cutáneas o erupciones con bordes definidos.
  • Secreciones blanquecinas o grumosas en algunas zonas afectadas.

Pero al momento de hablar de candidiasis vaginal, se pueden presentar síntomas más específicos como:

  • Flujo vaginal espeso y blanquecino.
  • Picazón intensa en la zona vaginal y de la vulva.
  • Ardor al orinar o al momento de tener relaciones sexuales.
  • Enrojecimiento, hinchazón y sensibilidad en la vulva.
  • Malestar o dolor en la zona pélvica.
  • Sensación de sequedad vaginal.

Sin importar la zona que se vea afectada, es fundamental acudir al médico si se presentan síntomas de candidiasis, sobre todo si es la primera vez que ocurren o, por el contrario, si los síntomas son severos o ya es una condición recurrente.

El médico por lo general realiza el diagnóstico mediante un examen clínico y una revisión detallada de la historia médica. Es posible que se requiera una muestra del flujo vaginal para confirmar la presencia del hongo en algunos casos.

Una vez que el especialista ha llegado al diagnóstico, el tratamiento variará en función a la gravedad y frecuencia de la infección.

Dentro de las opciones normalmente utilizadas está el uso de antifúngicos tópicos que son medicamentos en forma de cremas u óvulos vaginales que suelen ser eficaces para infecciones leves y moderadas.

Los antifúngicos orales son administrados para infecciones severas o recurrentes y pueden llegar a convertirse en un plan de tratamiento a largo plazo para prevenir recaídas.

Aprende a prevenir la candidiasis vaginal

Más allá de buscar tratamiento, es importante conocer las diferentes maneras en que se puede prevenir el desarrollo de candidiasis vaginal, señala la Dra. Alvarez.

Adoptando algunos hábitos que reduzcan el riesgo de su desarrollo es lo más importante. Esto incluye una adecuada higiene íntima, lo que es esencial e implica el uso de jabones suaves y sin fragancia para limpiar la zona vaginal, evitando también las duchas vaginales que pueden llegar a alterar la flora normal. Es importante también saber elegir la ropa interior adecuada, que sea de algodón y no ajustada, para permitir la ventilación y evite que se acumule humedad.

Otras medidas incluyen mantener una dieta equilibrada con bajo consumo de azúcares, cambiar la ropa cuando se moje ya sea por nadar o después de sudar.

En caso de vivir con condiciones subyacentes como diabetes o VIH, es fundamental llevar un adecuado control de esta enfermedad, para reducir el riesgo infeccioso.

El uso de antibióticos se debe limitar únicamente a momentos donde el médico los indique, ya que tomarlos de manera indebida puede alterar el equilibrio de microorganismos en el cuerpo.

La candidiasis es una afección común pero manejable, comenta la Dra. Alvarez, siempre que se identifique y trate de manera oportuna. Especialmente las mujeres deben estar atentas a los síntomas y factores de riesgo para buscar atención médica en el momento oportuno y aliviar así los síntomas, a la vez que se previenen complicaciones.

En el Centro de la Mujer del Centro Médico ABC encontrarás a especialistas que te brindarán la atención necesaria tanto para prevenir y atender el desarrollo tanto de candidiasis vaginal como candidiasis en cualquier otra parte del cuerpo.

VVM

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