Una bebé de tan solo 15 días, identificada como Ana de Oliveira, fue encontrada muerta dentro de una bolsa de plástico escondida en un armario de madera en el lavadero de su casa, luego de que su madre, Eduarda de Oliveira, de 22 años, confesara a familiares y autoridades haberla asesinado.
El caso ha conmocionado al estado de Alagoas y a Brasil por la serie de contradicciones y versiones falsas que Eduarda ofreció antes de revelar la verdad. Durante cinco días, la madre entregó múltiples relatos a la Policía Civil sobre la supuesta desaparición de su hija, incluyendo secuestros ficticios perpetrados por hombres armados y agresiones sexuales inexistentes.
La búsqueda comenzó el pasado viernes 11 de abril, cuando Eduarda denunció que cuatro hombres le habían arrebatado a su hija mientras esperaba el autobús escolar con su otro hijo de cinco años. Posteriormente, cambió su testimonio varias veces, mencionando un auto negro con una mujer rubia armada, un asalto por cuchillo, e incluso una invasión nocturna en su vivienda por dos encapuchados.
¿Qué pasó con Ana de Oliveira, bebé encontrada en el armario del lavadero?
Las versiones fueron rápidamente descartadas por la policía tras revisar las cámaras de vigilancia de la zona, que no mostraron ninguna actividad sospechosa en los momentos indicados. Fue hasta el martes que la madre finalmente reveló el paradero del cuerpo, y la policía lo encontró en su domicilio, gracias también al apoyo de un perro rastreador.
En su declaración final, Eduarda confesó haber asfixiado a Ana, argumentando que el llanto constante del bebé y el ruido de un bar cercano le impedían dormir desde hacía dos noches. También alegó inicialmente que la muerte fue accidental, debido a un atragantamiento durante la lactancia.
Por el momento, Eduarda fue detenida por el delito de ocultación de cadáver, aunque la policía no descarta que se le imputen cargos por homicidio. Las autoridades también investigan si alguien más participó en el ocultamiento del cuerpo.
"Existe la posibilidad de que la madre haya pedido ayuda a un familiar para esconder a la bebé. La investigación continúa para esclarecer si alguien más estuvo involucrado.", declaró Igor Diego, jefe de la Policía Civil de Alagoas, al medio G1.
El caso ha abierto un debate sobre la salud mental materna y la falta de redes de apoyo para madres en situación de vulnerabilidad. La comunidad de Novo Lino permanece consternada mientras avanzan las investigaciones.
TJM