El Papa León XIV retomó las Audiencias Jubilares que había iniciado el Papa Francisco en enero, donde continuó con el tema central sobre la virtud teologal de la esperanza.
La Audiencia se llevó dentro de la Basílica de San Pedro ante miles de fieles que se reunieron para escuchar al Papa León XIV quien habló del teólogo cristiano nacido en Asia menor, el obispo Ireneo de Lyon que lo puso de ejemplo como un signo de esperanza.
“El Evangelio fue traído a este continente desde fuera. Y también hoy las comunidades de migrantes son presencias que avivan la fe en los países que las acogen. El Evangelio viene de fuera. Ireneo conecta Oriente y Occidente. Esto ya es un signo de esperanza, porque nos recuerda cómo los pueblos siguen enriqueciéndose mutuamente”.

Papa León afirmó que “Jesús no es un muro que separa”
“Jesús no es un muro que separa, sino una puerta que nos une. Es necesario permanecer en él y distinguir la realidad de las ideologías. Queridos hermanos y hermanas, también hoy las ideas pueden enloquecer y las palabras pueden matar”.
El Obispo de Roma invita a todos a ser “peregrinos de esperanza” y a “construir puentes donde hoy hay muros”
“Como Ireneo en Lyon en el siglo II, así también en cada una de nuestras ciudades volvamos a construir puentes donde hoy hay muros. Abramos puertas, conectemos mundos y habrá esperanza”.

Al final de la Audiencia, el Papa León XIV dedicó unas palabras a la situación que se esta viviendo entre Israel e Irán, definiéndola como “gravemente deteriorada” e hizo un llamamiento para “renovar a la responsabilidad y a la razón”
“Nadie debería amenazar jamás la existencia del otro. Es deber de todos los países apoyar la causa de la paz, iniciando caminos de reconciliación y favoreciendo soluciones que garanticen la seguridad y la dignidad para todos”