La creadora de contenido y fundadora del mayor refugio de zorros conocido como Save a fox, en Estados Unidos, Mikayla Raines, murió a los 29 años de edad tras quitarse la vida, según confirmó su esposo, Ethan Raines. La influencer sufrió acoso durante algunos años en redes sociales, así como de otros animalistas.
Fue mediante un video titulado "Una pérdida inimaginable para el rescate", en las cuentas de Instagram y YouTube, que el marido de la youtuber dio a conocer que su esposa había sufrido algunos problemas de salud mental, pues además de depresión, también era autista y luchaba contra el trastorno límite de personalidad, caracterizado por cambios emocionales abruptos, falta de control de impulsos y problemas en el manejo de las relaciones interpersonales.
A pesar de que la influencer llevaba años de terapia y tomaba diferentes medicamentos para controlar sus altibajos emocionales, continuó teniendo problemas para afrontar el día a día.
"Este es un video que nunca planeé hacer y es completamente devastador tener que sentarme y escribirlo, pero hace un par de días falleció Mikayla Raines. Este es el momento más doloroso y difícil de mi vida, así que tengan paciencia mientras trato de leer esto entre lágrimas", dice el esposo en el clip de casi 12 minutos de duración.
¿Quién era Mikayla Raines, la youtuber y rescatadora de zorros?
En palabras de su esposo, la vida era complicada para la animalista debido a su autismo; sin embargo, desde pequeña mostró interés por ayudar a los animales, ya fuera a una tortuga mordedora a cruzar la calle y después salvando a 500 zorros de las granjas de pieles.
"Nunca buscó fama, dinero ni beneficio personal. Fue una de las personas más desinteresadas que he conocido", aseguró su pareja sentimental.
La rescatista de animales contaba con más de 500,000 seguidores en Instagram y 2.44 millones de suscriptores en YouTube. A sus 20 años fundó la organización sin fines de lucro Save A Fox, cuya sede se ubica en Minnesota, aunque también opera en Florida. Ahí rescatan y rehabilitan a zorros y otros animales silvestres.
A sus 15 años trabajó como voluntaria con un rehabilitador de especies silvestres, lo que le permitió contar con las bases para lanzar su propia fundación en 2016.
