Desde Afuera

Una situación complicada

Esas votaciones precedidas por campañas de "concientización" casa por casa de grupos narcotraficantes son ya parte del rico folklore electoral mexicano

Una situación complicada
José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

La publicación de un reporte de la Agencia Antidrogas estadounidense (DEA), con una brutal descripción de la situación en México, acompañada por un reportaje en la organización ProPublica que consignó la relación entre personajes del gobierno y del partido oficial con grupos narcotraficantes y de delincuencia organizada, sacudieron al gobierno mexicano.

Asimismo, comenzó a circular una lista con más de 40 nombres de gobernadores y exgobernadores, miembros del gabinete actuales y anteriores, así como personalidades políticas bajo investigación por las autoridades estadounidenses...

El triple golpe puso de relieve la vulnerabilidad del gobierno de Claudia Sheinbaum, que se halla literalmente entre la espada y la pared.

Por un lado, muchos de los presuntamente involucrados en la relación con los diversos grupos de delincuencia organizada pudieron no haber tenido alternativas, pero son parte de Morena, el movimiento que en su prisa por el dominio absorbió a muchos militantes pero también los vicios y las formas del viejo Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Que el reporte de la DEA pudo haber estado prejuiciado por su viejo resentimiento con el gobierno mexicano (desde el asesinato del agente Enrique Camarena Salazar en Guadalajara, en marzo de 1985) y aun exacerbado por su expulsión durante el régimen de Andrés Manuel López Obrador, es cierto.

Pero también es que en los últimos siete años la relación entre gobierno, partido dominante y narcotraficantes pareció casi obvia. Las visitas del propio AMLO a Badiraguato y su relación, accidental, que haya sido, con la familia Guzmán, fueron hechos notorios, al igual que los vínculos entre esos grupos con políticos de alto nivel y con aspiraciones o realidades caciquiles.

Esas votaciones precedidas por campañas de "concientización" casa por casa de grupos narcotraficantes son ya parte del rico folklore electoral mexicano.

En ese marco, la idea de subrayar los peligros para acentuar la propia importancia es parte del juego político en Washington, particularmente en tiempos de asignación de presupuestos, y la DEA es experta.

Pero también es cierto que, si bien exagera aspectos de la verdad, no puede mentir del todo, porque enfrenta competencia y la posibilidad de que otros organismos busquen "invadir" su territorio.

En su momento, eso dio origen a guerras burocráticas entre la DEA, la Agencia Central de Inteligencia (CIA), la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y hasta la Defense Intelligence Agency (DIA).

Pero también es cierto que informes y reportajes necesitan "carne", y muchas acciones y vínculos abiertos y supuestos de miembros del aparato político que encabeza Morena se las han ofrecido.

Que no han sido los únicos en la historia es cierto. Otro famoso reportaje de Tim Golden sobre narcotráfico y corrupción en México, en los años 90, causó también controversia.

Peor aún, es viable pensar que por circunstancias propias son las cúpulas morenistas quienes han sido más abiertas, están ahora en el poder y por tanto tienen toda la responsabilidad.

Doña Claudia, pues, enfrenta una situación complicada, dentro y fuera del país. 

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS   

COLABORADOR    

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@CARRENOJOSE

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