Estamos a solo unos cuantos días de la jornada para elegir 881 cargos del Poder Judicial de la Federación, incluyendo a la totalidad de integrantes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Digamos que es la recta final de este importante proceso electoral, inédito y polémico.
El jueves comienza lo que en el argot electoral denominamos la veda, que no es otra cosa más que la prohibición de realizar propaganda los tres días previos a la votación. La razón de ser de este periodo es supuestamente para que la ciudadanía pueda reflexionar sobre el sentido de su voto, sin seguir recibiendo la andanada de información sobre las candidaturas.
Creo que ahora más que nunca este periodo puede resultar útil. No solo para que reflexionemos si acudir a votar o no, sino para decidir por quién hacerlo de entre los cientos de nombres que encontraremos en las boletas.
Sobre lo primero, me parece indudable que debemos acudir a votar. Si bien la reforma judicial no es la idónea y muchos no estuvimos de acuerdo con ella, lo cierto es que la elección es inevitable y debemos procurar que lleguen los mejores perfiles, que sí los hay. Falso que votar es validar o avalar la reforma. Por el contrario, dejar de hacerlo es cruzarnos de brazos y guardar silencio frente a algo que ya es texto constitucional y tiene vigencia. Si queremos que el sistema de nombramiento de nuestros juzgadores sea distinto, hay mecanismos más efectivos para generar presión social organizada sobre nuestros legisladores.
En cuanto por quiénes votar, el INE y los institutos locales de las entidades en que también se renovarán magistraturas y juzgadores han puesto a disposición de la ciudadanía portales denominados “Conóceles”, en donde encontramos la información curricular de casi la totalidad de las candidaturas. Puede resultar engorroso, pero nuestro Poder Judicial y México merece los analicemos.
El domingo próximo tendremos a nuestra disposición, de 8 de la mañana a 6 de la tarde, aproximadamente 84 mil casillas para poder emitir nuestro voto. Para encontrar la que nos corresponde, igualmente el INE pone a disposición el sistema “Ubica tu casilla”.
La recepción de la votación tendrá dos diferencias sustanciales respecto de lo que estamos acostumbrados. Primero, no votaremos marcando con una “X” el recuadro de la candidatura de nuestra preferencia, sino que tendremos que anotar los números que les corresponden, en dos apartados separados, mujeres del lado izquierdo y hombres del derecho. Segundo, solo encontraremos una única urna en donde hay que depositar todos los votos, no importando el cargo del que se trate.
En cuanto a los cómputos, la diferencia radica en que ahora no será en la casilla, sino en los consejos distritales y que las boletas sobrantes no se inutilizan, solamente se guardarán en un sobre que debe sellarse y firmarse. Esto ha resultado polémico, pero se hizo para simplificar el trabajo de la ciudadanía que recibe los votos en casilla, pues se estimó que los cómputos pueden durar hasta doce días. Por ello los resultados los iremos conociendo poco a poco.
Creo que el factor que debe darnos confianza es que los consejos distritales están conformados por ciudadanía también y en los cómputos participará personal altamente experimentado, perteneciente al servicio profesional electoral. El INE no es el Consejo General ni su presidenta. Es un andamiaje conformado por una estructura calificada que ha demostrado hacer que nuestro voto cuente y se cuente, en todos los procesos electorales. ¡Tengámosle confianza y salgamos a votar!
POR GABRIEL MENDOZA ELVIRA
ABOGADO CONSULTOR
@GMENDOZAELVIRA
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