La depresión no siempre se presenta como uno la imagina, ya que no solamente es estar triste o tener un mal día, indica la Dra. Cecilia Frías León, psiquiatra de adultos del Centro Médico ABC. Es una condición médica real, seria y compleja, en donde se ve afectado el estado de ánimo por algo que va más allá de las emociones pasajeras, siendo una enfermedad que puede durar semanas, meses o hasta años y que puede llegar a impedir que una persona realice sus actividades cotidianas y, en casos extremos, poner en riesgo su vida.
Más allá de “sólo estar triste”
Una de las principales confusiones con respecto a la depresión es pensar que es lo mismo que la tristeza, lo que es un error.
La tristeza es una emoción normal que se presenta como respuesta ante alguna situación difícil, pero que, con el tiempo, suele disminuir su intensidad hasta desaparecer y, eventualmente, volver a aparecer por una nueva situación complicada.
Mientras que la depresión persiste sin la necesidad de una causa aparente, generando un sentimiento de vacío o desesperanza constante y que se puede ver acompañada de otros síntomas.
Una persona que la padezca suele perder el interés en cosas que anteriormente le resultaban placenteras, explica la Dra. Frías; a este fenómeno se le conoce como anhedonia y es uno de los signos más distintivos relacionados al desarrollo de este trastorno; también es posible presentar bajo rendimiento laboral o escolar y experimentar otros malestares físicos sin una causa médica identificable.
Contrario a lo que muchos piensan, se trata de una condición que no discrimina y puede desarrollarse en personas de todas las edades, géneros y el nivel socioeconómico que sea, así como su nivel educativo.
Algo importante a tener en cuenta es que, si bien, existen factores que incrementan el riesgo como antecedentes familiares, eventos traumáticos o hasta enfermedades crónicas y etapas críticas en la adolescencia o en el posparto, ninguna persona está exenta de desarrollarla.
Aunque tener familiares con depresión puede aumentar la probabilidad de desarrollar este trastorno, algunos estudios señalan que entre el 30% y 40% del riesgo de desarrollarla se puede atribuir a factores genéticos; no es una sentencia inevitable, así como tampoco lo es tener familiares que nunca la han presentado.
Los síntomas que no se deben ignorar
Existen múltiples signos que pueden alertar sobre el desarrollo de depresión, por ejemplo:
- Síntomas emocionales:
- Tristeza persistente.
- Sensación de vacío.
- Anhedonia.
- Irritabilidad o frustración desproporcionada.
- Sentimiento de culpa o inutilidad.
- Desesperanza o pesimismo generalizado.
- Ansiedad o inquietud.
- Síntomas cognitivos:
- Dificultad para concentrarse o tomar decisiones.
- Pensamientos de muerte o suicidio.
- Autocrítica excesiva.
- Visión negativa del futuro.
- Rumiar sobre problemas o fracasos.
- Síntomas físicos:
- Alteraciones del sueño como insomnio o hipersomnia.
- Cambios significativos en el apetito o en el peso.
- Fatiga persistente o pérdida de energía.
- Molestias físicas como dolor de cabeza o problemas digestivos, sin una causa médica aparente.
- Movimientos enlentecidos o agitación psicomotora.
- Síntomas conductuales:
- Aislamiento social.
- Disminución del rendimiento laboral o académico.
- Abandono de las actividades que disfrutaba.
- Consumo incrementado de alcohol u otro tipo de sustancias.
Aprende cuándo pedir ayuda
La Dra. Frías comenta que muchas personas que viven con depresión no saben que la tienen, otras personas lo sospechan, pero no buscan ayuda ya sea por desinformación, miedo o vergüenza.
El cuestionario PHQ-9 es una herramienta de autoevaluación que permite dar una idea de la presencia o no de este trastorno, pero es esencial que el diagnóstico definitivo lo realice un profesional de la salud mental, acudir a tiempo con este tipo de especialistas puede marcar una diferencia importante.
Existen diversos tipos de especialistas en la salud mental, cada uno especializado en un área diferente.
El psicólogo clínico es un profesional con formación psicológica que se especializa en evaluar, diagnosticar y brindar tratamiento psicoterapéutico; aunque no puede prescribir medicamentos, ofrecen diversas modalidades de psicoterapia.
El psiquiatra es un médico especializado en salud mental que puede diagnosticar trastornos mentales, prescribir medicamentos y ofrecer tratamientos biológicos; su apoyo es especialmente importante en casos de depresión moderada o grave, así como cuando existen complicaciones médicas.
Aunque el psicólogo o el psiquiatra son los principales especialistas que brindan atención especializada, es común que un médico de atención primaria o un médico familiar sean el primer punto de contacto del paciente, quienes también tienen la capacidad de diagnosticar y tratar formas menos complejas de depresión, o derivar al paciente con el especialista indicado en caso de ser necesario.
Otros profesionales también pueden brindar apoyo, como los trabajadores sociales clínicos, consejeros de salud mental o hasta enfermeros especialistas en psiquiatría; todos ellos pueden proporcionar ayuda dentro de su ámbito de práctica.
Si bien, la elección del especialista dependerá de la gravedad de los síntomas, las preferencias personales y los recursos disponibles; acercarse con cualquier profesional de la salud es un buen primer paso para encaminarse a untratamiento.
Recuperarse de la depresión es posible
Algo importante a mencionar, indica la Dra. Frías, es que la depresión sí tiene tratamiento y, aunque no existe una fórmula mágica ni un camino idéntico para todos los casos, sí hay muchas formas de mejorar.
La psicoterapia, especialmente la cognitivo-conductual, es una herramienta que ha demostrado ser muy eficaz para abordar este trastorno. El uso de antidepresivos en casos moderados o graves puede ayudar a restablecer el equilibrio químico en el cerebro.
Adoptar un estilo de vida saludable, practicando ejercicio, llevando una buena alimentación y, en la medida de lo posible, tener una red de apoyo emocional es parte fundamental de este proceso de recuperación.
Lo más importante es no guardar silencio por miedo al qué dirán o por la errónea idea de que depresión significa debilidad.
Es una enfermedad y como cualquier otra requiere de atención profesional; hablar del tema, identificar los síntomas y pedir ayuda es el primer paso hacia el bienestar.
Si tú o alguien a quien conoces muestra signos de depresión, no minimices lo que siente ni intentes animarlo con frases cliché; es mejor escuchar, acompañar y motivar a buscar atención especializada, este es el mejor apoyo que se puede brindar.
Para concluir, la Dra. Fría comenta que reconocerla a tiempo y atenderla con un enfoque profesional puede cambiar la vida de las personas, nadie debe pasar esto solo y no hay necesidad de no buscar un tratamiento adecuado.
En el Centro Neurológico del Centro Médico ABC contamos con profesionales de la salud mental, que pueden apoyarte en casos de depresión leve, moderada o grave.
MMV