El próximo 1 de junio no será un día cualquiera para Luisa María Alcalde. La joven dirigente de Morena enfrentará su primera gran prueba de fuego al frente del partido, una jornada que podría marcar su futuro político y el rumbo inmediato del movimiento.
Se celebrará un hecho sin precedentes: la primera elección judicial de la historia de México. Un ejercicio para legitimar a ministros, magistrados y jueces, impulsada por la 4T y convertida hoy en un reto de movilización para Morena.
La meta es ambiciosa: superar 15% de participación del padrón electoral. Todo un desafío. La encomienda es clara: no se puede fallar en una reforma que ha costado sangre, sudor y lágrimas.
El aparato político de Morena tiene la orden de activar sus bases, alinear estructuras y asegurar una votación que respalde el proyecto. No hacerlo implicaría mostrar debilidad cuando el movimiento busca consolidarse rumbo a las intermedias y el cambio de 16 gubernaturas en 2027.
Pero no será el único frente abierto ese día. En paralelo, Morena se jugará la fuerza de su maquinaria en Veracruz y Durango, donde se renovarán las presidencias municipales.
En ambos procesos, las contiendas se han convertido, de facto, en un ensayo para las próximas elecciones. Y las huestes guindas lo saben.
Desde su dirigencia nacional, los comités recibirán instrucciones precisas, listas negras y blancas. Nombres por los que se espera que el voto morenista se movilice. Quieren evitar sorpresas y, al mismo tiempo, garantizar una participación que legitime el ejercicio.
Sin embargo, hay nubarrones. Detrás de las candidaturas judiciales, se mueven con sigilo -y dinero- intereses poderosos. Algunos actores, tanto contendientes como padrinos políticos, han comenzado a movilizar recursos en cantidades que hacen temblar a operadores experimentados.
En la lucha por la presidencia de la Corte, dos nombres resuenan con fuerza: Lenia Batres y Yasmín Esquivel. Las favoritas, según los corrillos políticos. Pero dentro de Morena no se descarta que surja alguna figura “tapada”, que irrumpa en los últimos días. La batalla, advierten, apenas comienza.
Por otro lado, en Veracruz y Durango, Morena confía en cantar victoria en plazas clave como Xalapa, el puerto, Durango capital, Gómez Palacio y Lerdo. Pero el panorama dista de ser sencillo.
En tierras duranguenses, el gobernador priista Esteban Villegas se ha convertido en el principal obstáculo. Aunque se vista de guinda, orquestó una estrategia para frenar a Morena.
Y en Veracruz, la situación no es menos compleja. El senador Miguel Ángel Yunes, que pertenece a la bancada morenista, juega en otra cancha. Su activismo en favor de los candidatos del PAN y la fractura de Morena con el PT auguran una contienda cerrada. Nada está escrito aún.
Lo que sí es seguro es que, para Luisa María, el 1 de junio será más que una elección: será el momento de demostrar si está lista para liderar al partido en tiempos de transición, con la mirada fija en 2027. La historia no espera, y Morena tampoco.
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DIVIDIDOS LLEGAN LOS “MAESTROS” de la CNTE a la reunión que se espera sostendrán hoy con la presidenta Claudia Sheinbaum. Hay quienes quieren negociar con el gobierno y quienes se mantienen cerrados a los acuerdos. Como sea, el gobierno les pondrá un ultimátum.
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UNA DE LAS PRINCIPALES LÍNEAS de investigación en torno al atentado contra Ximena y José, cercanos de Clara Brugada, apunta a grupos de narcomenudistas de Iztapalapa. Como alcaldesa de aquella demarcación, la hoy jefa de Gobierno, junto con la Secretaría de Seguridad local, les propinó importantes golpes. Y los funcionarios asesinados hicieron mucho trabajo de intermediación para disuadir el crecimiento de ese trabajo ilegal.
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Y como dice el filósofo… Nomeacuerdo: “Si el pueblo no vota bien, no es culpa del pueblo. Es culpa del operador territorial”.
POR ALFREDO GONZÁLEZ CASTRO
@ALFREDOLEZ
MAAZ