Cada 20 de mayo conmemoramos en México el Día de la Psicóloga y el Psicólogo.
Más allá de una fecha en el calendario, esta es una oportunidad para visibilizar el papel fundamental que tiene la Psicología en la promoción de la salud mental, el bienestar integral y la calidad de vida de las personas.
Desde el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), reconocemos el compromiso de más de 700 psicólogas y psicólogos que, en los tres niveles de atención, guarderías, centros de capacitación y otras áreas del Instituto, acompañan a quienes atraviesan momentos difíciles.
Su labor va desde la prevención y detección oportuna hasta el tratamiento y rehabilitación, con un enfoque profesional, humano y ético.
Como especialistas en salud mental, nuestra tarea ha evolucionado. Ya no solo atendemos cuando hay una patología diagnosticada.
Hoy apostamos por la prevención y el autocuidado, integrando la Psicología en campañas y programas institucionales como Empieza por Ti, PrevenIMSS, Pierde kilos, gana vida, entre otros.
También participamos en estrategias específicas como la detección de riesgos psicosociales, el abordaje del consumo de sustancias y el acompañamiento en enfermedades crónicas.
El IMSS también ha impulsado acciones para cuidar la salud mental de su propio personal.
Un ejemplo es la Estrategia Nacional de Salud Mental para personas trabajadoras del Instituto, la cual incluye talleres de afrontamiento emocional y servicios como el Servicio de Orientación Telefónica (SOT-SM).
En el IMSS sabemos que sentirse bien emocionalmente es tan importante como gozar de buena salud física y buscamos que ese cuidado llegue a todas y todos.
A todas las personas que ejercen la Psicología con entrega, empatía y compromiso: gracias por cada espacio de escucha activa, por cada gesto de acompañamiento y por su sensibilidad para estar presentes cuando alguien más lo necesita. Su labor transforma, dejando una huella, aunque no podamos verla.
El Día de la Psicóloga y el Psicólogo es también un recordatorio del compromiso que tenemos como profesionales: seguir formándonos, fortaleciendo nuestras herramientas y ofreciendo una atención humana, ética y de calidad a quienes confían en nosotras y nosotros en los momentos más vulnerables.
Y a quienes aún dudan si necesitan ayuda, les decimos con empatía y respeto: no están solos ni solas.
No se trata de “ser fuertes” ignorando lo que sentimos, sino de aprender a pedir ayuda y acompañarnos como sociedad.
ALEJANDRA DÍAZ MOGUEL
Coordinación de Salud Mental y Adicciones en el IMSS
EEZ